Olga Guillot, de
Gira con Dios
Se nos ha ido para siempre nuestra Olguita Guillot de gira con Dios, y su
inesperado viaje, sorprende al mundo del espectáculo y de la música que por
décadas, la coronó de laureles, alcanzando con merecido éxito el sitio preponderante
de las Divas, y es, precisamente éste, el escenario de su último concierto, el
que cala hondo en el corazón de su público que la encomió, sin lugar a
dudas, como "La Reina del Bolero".
Se va, como se han ido tantísimos compatriotas, sin volver a pisar la tierra
que amó con devoción, sin volver a contemplar el mar turquesa, por el que
tantas veces suspiro desde lejanas orillas, sin volver a ver en su “cielo azul tisú”
el sol ardiente, que ilumino sin extinguirse cada camino que anduvo por el
mundo, como sello honroso de cubanía.
Hoy, se oye el lloro de palmeras que un día soberanas cortejaron sus sueños de
niña, han cesado el vaivén cadencioso de sus penachos al silencio de su voz.
Pero nuestra Olguita, se lleva consigo muy intrínseco en el alma, un
insondable amor por Cuba, y allá está, cual dulce brisa cantándole a su pueblo.
Descansa en paz. ¡Olga de Cuba!.
Dinorah C Rivas
Se nos ha ido para siempre nuestra Olguita Guillot de gira con Dios, y su inesperado viaje, sorprende al mundo del espectáculo y de la música que por décadas, la coronó de laureles, alcanzando con merecido éxito el sitio preponderante de las Divas, y es, precisamente éste, el escenario de su último concierto, el que cala hondo en el corazón de su público que la encomió, sin lugar a dudas, como "La Reina del Bolero".
Se va, como se han ido tantísimos compatriotas, sin volver a pisar la tierra que amó con devoción, sin volver a contemplar el mar turquesa, por el que tantas veces suspiro desde lejanas orillas, sin volver a ver en su “cielo azul tisú” el sol ardiente, que ilumino sin extinguirse cada camino que anduvo por el mundo, como sello honroso de cubanía.
Hoy, se oye el lloro de palmeras que un día soberanas cortejaron sus sueños de niña, han cesado el vaivén cadencioso de sus penachos al silencio de su voz. Pero nuestra Olguita, se lleva consigo muy intrínseco en el alma, un insondable amor por Cuba, y allá está, cual dulce brisa cantándole a su pueblo.
Descansa en paz. ¡Olga de Cuba!.
Dinorah C Rivas
Mis sentidas condolencias para su hija Olguita, demás familiares y amigos.
Muy bonito Dinorah, se nos ha ido un pedazo de Cuba, que descanse en paz.
ReplyDeleteUn beso
Muchas gracias Dinorah por su excelente presentacion sobre nuestra querida Olga Guillot (QEPD). Se nos ha ido otra representacion del Bolero Cubano, pero nos queda su maravilloso legado que es en si un tesoro invaluable e inolvidable. Jorge P. Amador Sr.
ReplyDeleteGracias por este viaje a través del recuerdo. Ojalá pronto termine con una parada, mejor dicho, con la llegada definitiva a nuestra patria aquí en la tierra, nuestra Cuba. Mis respetos a sus familiares, amigos y público, entre los cuales se contó, ardorosamente, mi mamá, quien seguramente estará concursando en el cielo para hacerle la segunda voz a Olguita...Después de todo, con tanto cubano ahí arriba, creo que el cielo se ha puesto digno de pasar allí contento la eternidad.
ReplyDelete